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Alto rendimiento deportivo.
El golf como aprendizaje deportivo tiene dos bases de apoyo: La física y la
psicológica. El entrenador y el psicólogo especializado son quiénes efectúan el
desarrollo de ambas. Al proceso de aprendizaje se le suman otras técnicas que serán
aplicadas posteriormente, para completar la formación deportiva.
El “feed-back” es la información que se recibe por diversos métodos sobre la
actividad que se realiza. Actúa como modelo, para demostrar los aciertos y errores del
jugador, permitiendo mejorar su desempeño y desarrollar su potencial.
Es necesario poseer un feed-back de las conductas de los éxitos y de los de fracasos.
La experiencia ha demostrado que desde el inicio hasta la madurez deportiva,
el feed back es muy importante para cualquier jugador. Acompaña a la evolución y
a la experiencia, ya sea amateur o profesional, mejorando la ejecución,
permitiendo obtener un mejor desempeño y eventualmente el éxito buscado. Hasta
los mejores necesitan entrenadores, que muestren como si fuera en un espejo, los
errores y aciertos que ocurren durante el juego y los entrenamientos, retro
alimentando positivamente el desempeño.
Por lo general los jugadores no saben que están haciendo, cuando cometen
equivocaciones reiteradas y parecidas. Existen numerosas causas y el
experto con sus conocimientos, puede aportar la información necesaria para
solucionar los defectos. Se simplificará la corrección, estableciendo claramente
la relación causas-error.
Realizar un feed back eficaz, no es fácil. Requiere experiencia y bien ejecutado
es un refuerzo positivo de suma importancia. Para que sea satisfactorio deberá
tener la colaboración del deportista en cuanto a comprensión, reflexión, adaptación y
buena voluntad.
La Inhibición.
Es común encontrar un impedimento mental que reduce el rendimiento. Tiene
origen en el subconsciente.
Su duración depende de las causas que lo originan. Suele aparecer al comienzo del
juego o cada vez que el jugador se encuentre ante sorpresas e imprevistos.
Surge también en forma ocasional sin motivo aparente. Es un freno la creatividad
del golfista. Se lo denomina burn-out. Se refiere a la reducción de la eficacia y el
entusiasmo, de los que están sometidos a presiones y situaciones estresantes.
Los jugadores temerosos del éxito, sienten como si los empujaran hacia atrás.
Son los que fracasan al triunfar.
La experiencia ha mostrado que los finales en condiciones extremas, son
favorecedoras de la inhibición y la consecuente baja del rendimiento.
Por otro lado, los entrenamientos con tiempos pautados, que permiten unir
todas las destrezas otorgan seguridad y eficacia.
Existe en el repetir una final reñida, algo de castigo, que es captado en forma
inconsciente como inmerecido. Actúa negativamente en el jugador, es como
tener miedo a triunfar.
Existen evidencias de que se obtiene un mejor aprendizaje, cuando estas pautas
pueden ser integradas a los entrenamientos físicos y mentales.
El jugador autodidacta puede serlo, pero una ayuda por parte del entrenador
servirá de apoyo y le permitirá obtener la eficacia esperada.
Si se ayuda a los golfistas a visualizar el éxito, reaccionarán positivamente
frente a los errores, se meterán en la competencia y avanzaran con mayor rapidez y
seguridad.
En estas estrategias es necesaria la presencia del psicólogo, que deberá trabajar
en forma conjunta con el entrenador y sus colaboradores.
Se deberá entrenar en pretemporada o fuera de ella, para disponer de más tiempo,
tranquilidad y posibilidad reflexiva. Serán necesarias sesiones especiales, para que el
psicólogo conozca a fondo la personalidad del jugador y establezca un buen “rapport”
basado en el conocimiento y la confianza mutua.
De este modo, la preparación mental será progresiva y cada vez más profunda
permitiendo llegar al fondo del problema.
Las sesiones durarán lo suficiente, dependiendo de los resultados obtenidos. Las
destrezas a ser estudiadas, serán elegidas y señaladas por el entrenador y
el psicólogo. Se dará prioridad a los jugadores que no pueden expresar con
facilidad sus dificultades. Cada uno posee sus particularidades. El especialista
respetará esas individualidades en forma flexible, estimulando todo aquello
que sea creativo.
Para que el aprendizaje mental sea efectivo, hay que dar ejemplos que puedan ser
Interpretados correctamente e imitados por el golfista.
Es incuestionable la importancia de la capacitación y el desarrollo del pensamiento
positivo en la mentalidad deportiva.
Mentalizar es el 50% del éxito. De ello doy cuenta en el método de visualización
diferida que figura en el libro “La mente al servicio del golf”
Metas reales
Para conseguirlas deben ser autenticas, propias y tener disciplina y constancia.
Poseerlas permitirá que tanto física como psicológicamente el rendimiento sea
exitoso, aunque debe reforzarse para mantenerlo estable.
El jugador hará todo lo posible por preservar lo conseguido, pero en general la
mayoría desajusta sus rendimientos o entra en crisis perdiendo temporalmente el
nivel conseguido. El entrenamiento periódico suficiente y bien realizado, permite
crear una buena memoria de entrenamiento, que una vez consolidada permitirá el
juego automático, donde con un buen armado de pre-golpe, se podrá obtener los
resultados deseados.
Ejecuciones plenas durante el juego
Sus componentes son:
Relajado mental y físicamente.
Confiado, optimista y concentrado en el presente.
Lleno de energía y plena conciencia.
Absoluto control con la sensación de encontrarse aislado del entorno.
El uso del “rapport” entre el psicólogo y el golfista, el mecanismo del feed back,
el control de la inhibición, el aprendizaje mental, el establecimiento de metas factibles
y realistas, con registro y evaluación de las mismas, así como el reconocimiento de los
problemas, favorece un máximo rendimiento en el golf.
Es importante que cada uno establezca su calificación subjetiva, para que le
proporcione el placer de saberse mejor día a día.
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